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sábado, 14 de diciembre de 2013

Mercadillos y Ambientes Navideños



Después de este puente ya nos estamos preparando todos para estas fechas tan entrañables, a que sí?? Aunque esta entrada es tirando a larguita, es resultado de unos días volviéndome loca buscando lo mejorcito para enseñaros una muestra de lo que podemos encontrar por ahí fuera, así que creo que no tiene ningún desperdicio. Aunque no me gusta utilizar fotos ajenas, en este caso son tanto de archivo propio como de Google y páginas oficiales de los mercadillos (lo siento, no me dio tiempo a viajar tanto... jeje!!)

 A partir del domingo pasado, comenzando el Adviento (tiempo de preparación hasta la Navidad), es tradición que todos nuestros hogares de tornen de luz, color y cariño, poniendo las luces, montando los Belenes y decorando con todo lo que podemos nuestros arbolitos de navidad!! Yo diría que son días muy especiales para todas las familias (sobre todo si hay pequeños por medio) donde todos ponen su granito de arena.

Creo que la Navidad tiene mucho encanto para viajar, pero creo que hay un encanto, un poco oculto en ocasiones, que me parece de la lista de esenciales que visitar cuando tenemos la suerte de ir en estas fechas previas, o durante, en las que nos encontramos los mercadillos navideños, sobre todo, en las capitales y grandes ciudades europeas, y es que no todo son monumentos y museos.

Quiero picaros el gusanillo para viajar ahora que tenemos un poco más de ganas de hacer cosas en familia a hacer un viaje a alguna de estas ciudades que os pongo por aquí. Son sólo unos ejemplos, porque cualquier otro destino es tan bueno como lo que os cito, pero estos son como los más conocidos o los que más ambiente tienen.



Cómo no, empiezo por Madrid, la capital de España monta su mercadillo navideño en la famosa Plaza Mayor, a la que se puede llegar dando un precioso paseo desde la puerta del sol, decorado con un gran árbol de navidad y las pequeñas calles del Madrid de los Austrias llenas de vida. La Plaza, construida en el siglo XIX, rellena de puestos de todo tipo de enseres navideños, desde figuras exquisitas para nuestros belenes hasta la peluca más copiosa para celebrar la navidad con alegría, rodeando la plaza decenas de bares y restaurantes donde por supuesto, tomar un café con leche (como la alcaldesa ya nos recomendaba en el discurso de los JJOO, jajaja!!) o más bien un chocolate con churros en San Ginés, así como comernos un famoso bocadillo de calamares. Lo podremos encontrar abierto hasta el último día del año y abriendo todos los días.


Aunque a unos 50km de la capital, no podemos dejar de visitar tampoco el mercadillo de San Lorenzo del Escorial. En este pueblo de la sierra de Madrid, se monta todos los años un belén espectacular con figuras de tamaño real hechas a mano con mucho mucho cariño de los artistas y voluntarios del municipio, que representan desde el Nacimiento, los Reyes Magos y el Palacio de Poncio Pilatos hasta los oficios característicos de la época que recorren las calles del casco urbano. Entre todas las figuras y representaciones, no os asustéis si encontráis figuras que se mueven, ya que son puestos del mercadillo que se une al "espectáculo". Desde hace años, nunca he dejado de ir año tras año y, siempre, hay algo nuevo y sorprendente. Queda inaugurado a mediados del mes de diciembre y se puede visitar hasta después de Reyes.



Después de lo más típico y tradicional como os he nombrado antes, me toca hacer referencia a algo un poco más moderno para nosotros, aunque más tradicional en los países nórdicos. Os estoy hablando de los belenes de Luville, esas pequeñas ciudades que cada vez más invaden, sobre todo, centros comerciales, escaparates y algunos hogares. Todo viene de Holanda, un artista que decidió que montar el belén tradicional con nieve, arena de playa, musgo y montañas, para escenificar el desierto de Palestina, no tenía mucho sentido y prefirió escenificar el ambiente navideño de las calles holandesas, con edificios, nieve, escuelas, pistas de hielo, etc., creando miniciudades navideñas dentro de los hogares. La verdad que todos los que he podido ver son muy bonitos, aunque no refleja el verdadero sentido de la Navidad, si escenifica el espíritu navideño y al fin y al cabo, la cosa es decorar nuestros hogares entre todos y puede ser una buena opción b sobre todo para los no creyentes, aunque los católicos siempre podemos añadir un Misterio al clan de los edificios o poner un Niño Jesús en el centro de la mesa de comedor para que nos acompañe en las comidas familiares.

Bueno... Siguiendo con el tema de los mercadillos, que me enrollo, y siguiendo el hilo de lo anterior, nos vamos hasta Holanda para adentrarnos en estos belenes paseando por sus calles como si nos transformáramos en figuritas. Algunos ejemplos pueden ser Ámsterdam, Maastricht y Deventer.

En cuanto a Ámsterdam, capital de los países bajos, Museumplein (la plaza de los museos) es lo más llamativo, además de poder visitar los museos que alberga la plaza (como el famoso Museo Van Gogh) podemos encontrar el mercado de Albert Cuyp, el mercado más grande de Europa al aire libre. Funciona desde hace unos 100 años y en él podemos encontrar de todo, aunque claro está, en Navidad se torna todo de decoraciones y regalos para la época. Podremos comer lo típico de los países nórdicos y disfrutar de su ambiente, así como pasar un rato divertida en la pista de hielo que se monta para las fechas invernales o escuchar canciones navideñas de los coros de la zona. Obviamente, si estamos en Ámsterdam, no podemos dejar de ver cientos de edificios históricos como la casa de Ana Frank o el Rijksmuseum, así como la casa Heineken (para mayores de edad) o dar un paseo por los canales.



En Maastricht, en el sur de Holanda y lindando con Bélgica, nos encontramos con el ambiente navideño por excelencia bajo el nombre "Magisch Maastricht" (Maastricht Mágico). El centro histórico se torna de luz, dónde los artistas sacan sus originales proyectos de iluminación y cómo no, encontramos varios mercados navideños. El más conocido es el de Vrijthof, donde se monta una gran pista de patinaje rodeada por cientos de puestos. Estará abierto al público hasta final de año.


En Deventer (cerca de Rotterdam), no encontraremos grandes mercadillos navideños, pero sí un ambiente navideño único, y es que podremos vivir el festival de Dickens, donde la ciudad regresa al siglo XIX viviendo en los cuentos de Charles Dickens. Este año se nos ha echado el tiempo encima y sólo algunos aventureros que estén leyendo esto ahora mismo podrán vivirlo, ya que tendrá lugar el sábado 14 y domingo 15 de diciembre, es decir, este fin de semana, entre las 11h y 17h en el casco urbano.


Siguiendo por su vecino, vamos hasta Bélgica, donde podremos encontrar un ambiente similar al nombrado en Holanda. Como siempre, la capital del país, Bruselas, es la más llamativa en cuanto al turismo, a demás, esta ciudad ha conseguido tener la fama de ser "la ciudad que nunca duerme" y Navidad aún más gracias al festival "Placeres" desde el que organizan multitud de actividades navideñas, podemos encontrar un mercado de Navidad de tan sólo 2km (válgase la ironía) con un enorme árbol de navidad en la Gran Place, varias atracciones para niños y, por supuesto, una pista de patinaje. Ésto lo podemos encontrar a diario (a diferentes horas según el día de la semana) hasta el día de Reyes.


A unos 90km, encontramos una ciudad que bien podría estar encantada como es Brujas. Su arquitectura medieval, canales, la gente, el ambiente te hacen transportarte a la Navidad más dulce, y es que como el chocolate belga no hay nada! jeje! En la
Grote Markt, podremos disfrutar de este riquísimo chocolate paseando entre sus puestos del mercadillo navideño. Estará abierto hasta el día 2 de enero.

Siguiendo por el mapa de Europa nos trasladamos a Alemania. Este país es tan grande como variado y es que no tiene nada que ver el norte con el sur y el este con el oeste, por no hablar del centro... jajaja!! Lo bueno es que podemos encontrar diferentes localizaciones para toda la época del año. Para la navidad, me quedo con las 3 que os cito.



Por supuesto Berlín, la capital de los germanos, es imprescindible en esta lista navideña. En distintos puntos de la ciudad podremos encontrar mercados navideños, pero en el barrio de Mitte alberga varios de ellos de diferentes tipos, desde el enorme WeihnachtsZauber Gendarmenmarkt, frente al ayuntamiento, donde además de puestos para nuestras compras navideñas, encontraremos escenas de la Natividad, paseos en poni, un carrusel histórico del siglo XIX, e infinidad de actividades para todos los públicos, así como puestos de gastronomía típica, hasta algunos más modestos aunque igualmente atmosféricos como el de Alexanderplatz. Cada uno tiene una fecha de cierre, pero rondan desde el 31 de diciembre hasta el 6 de enero. Ni que decir tiene que esta ciudad es digna de visitar por completo, ya que no podemos irnos sin ver al menos un pizca de toda la historia que alberga; visita obligada es el que era el Muro de Berlín, Panoramapunkt que nos ofrece unas vistas espectaculares de toda la ciudad desde lo alto de la torre de ladrillos Kollhoff, en Potsdamer Platz, y Clärchens, que para muchos pasa desapercibido, pero si tienes la oportunidad de viajar en pareja o con amigos, es el lugar donde varias generaciones han bailado durante largas noches desde 1913, donde aún se conserva la esencia de entonces, pudiendo disfrutar de noches de bailes temáticas o una cena diferente con platos típicos alemanes.

En Stuttgart, hacia el sur del país, podremos encontrar el Weilhnachtsmarkt uno de los mercados más antiguos de Europa, ya que se monta desde 1692 con más de 200 casetas de madera repartidas entre las plazas de Schillerplatz y Marktplatz, cuyos tejados están cubiertos de nieve y luces por doquier, algo que lo hace aún más especial. Podremos encontrarlo lleno de ambiente navideños hasta finales de fiesta, aunque algunos puestos cierran a finales de año.

Munich es la capital del estado federal de Baviera y una de las ciudades más grandes de la república Alemana, quizá por eso cada año acoge uno de los mercados navideños del país y el principal del estado bávaro que viene desde el siglo XIV, siendo también uno de los más antiguos. A los pies del ayuntamiento nos toparemos con un árbol de más de 30 metros, junto con decenas de puestos.




Si cruzamos el mar báltico, nos vamos a Suecia. Aquí los mercados de Navidad son un poco más pequeños, pero tienen el encanto de la tradición navideña sueca, así como el seguro de tener unas especiales Navidades blancas. Una vez más, empezamos por la capital: Estocolmo. En el casco antiguo de la ciudad, podemos encontrar los típicos puestos con techos rojos que ofrecen tanto gastronomía del lugar (como las Spekulatius, que muchos conocemos gracias a IKEA) como artesanía navideña y, los fines de semana de Adviento, en Skansen podemos ver el primer museo al aire libre del mundo como escenario de un mercado de Navidad totalmente típico con coros por la calle, comida y artículos de artesanía.


Por otra parte, está Gotemburgo, quizá no tan conocido por los de fuera, pero en él encontramos el parque de atracciones más grande de Escandinavia, Liseberg, que en Navidad se convierte en el mercado navideño más visitado por los mismos. Todos los árboles se decoran con luces, así como los edificios de al rededor. Contando con casi 100 casetas, podemos encontrar desde comida tradicional, como artesanía, así como una pista de patinaje para los pequeños y una bar de hielo para los mayores.





Ahora nos vamos al centro del continente europeo, concretamente, Austria y Hungría. Empezando por la capital del primero, Viena, os diré que todo allí resulta navideño pero si tenemos la suerte de estar allí, no podemos dejar de ir al Kultur-und Weihnachtsmarkt, frente al imponente Palacio de Schonbrunn, donde además de puestecillos, las probabilidades de encontrarnos con un concierto o concurso de coros es de un 90%. Dependiendo de la fecha a la que vayamos, nos encontraremos el mercadillo navideño, con lo típico en cuanto a artesanía y gastronomía, o un mercado de Año Nuevo, vendiendo amuletos de la suerte (que es tradición en Austria, intercambiarlos en la noche de Fin de año). Además, si nos movemos por las calles del centro, por la zona de Spittelberg, nos encontraremos también con incontables puestos, que junto con la arquitectura de sus calles, lo hacen muy romántico para ir en pareja. Ambos los podremos encontrar abiertos hasta el año que viene (1 de enero). jeje! Si lo que queremos es algo más divertido, el Christkindlmarkt es vuestro lugar; En la Plaza del Ayuntamiento encontraremos música y ambiente junto con los puestos típicos, teatros de títeres, carrusel,... Éste estará abierto hasta el 24 de Diciembre.



En Hungría, también en la capital, Budapest, tendremos muy buen ambiente. El mercado de Navidad de la Plaza de Vörösmarty, nos promete un espectáculo de casitas dignas de postal, con más de un centenar de chalets de madera que nos ofrece los objetos típicos de artesanía y gastronomía húngara como los famosos Szalon Cukor (chocolates rellenos con mazapán, gelatina de frutas o crema de vainilla, para colgar en el árbol) entre otros. Además, encontraremos un enorme árbol de Navidad y algo inesperado como es un gigantesco calendario de Adviento que se forma en las ventanas del palacio de pastelería Gerbaud. Igual de inesperado como el anterior es una corona de Adviento, situada en el centro de la plaza, donde cada uno de los 4 domingos que forman este tiempo, se enciende una vela tras ser anunciado por unos graciosos angelitos. Por supuesto, no faltarán las canciones navideñas y música popular así como bailarines, coros, instrumentos y espectáculos de marionetas. Estará abierto todos los días hasta el 31 de diciembre menos el 24, 25 y 26.



Seguimos este listado por Francia y la ciudad del amor por excelencia, París, y es que, no es acaso en Navidad cuando más amor derrochamos?? Cualquier punto de la ciudad nos va a brindar un gran espíritu navideño, pero lo más llamativo de la capital de los galos es la Aldea Navideña de los Campos Elíseos. Esta iniciativa lleva poco tiempo en marcha, de hecho este año es sólo la 5ª edición, pero se ha hecho imprescindible su visita para todos los parisinos y turistas de la época. La gran avenida, cuya belleza ya es imponente de normal, se viste de gala con miles de luces y cientos de casetas de madera, convirtiéndose en un cuento de hadas, con una pista de hielo enorme y un sin fin de atracciones que culmina en la noria gigante de la plaza de la Concordia. Esta maravilla la podremos visitar hasta la noche en la que llegan los Reyes Magos y se lo llevan todo. Por supuesto, ni que decir tiene la visita obligada a la Torre Eiffel y ya que estamos, el mercadillo navideño de Torcadéro que se monta a sus pies.




Por último, aunque no menos importante, os propongo volar a Reino Unido y más concretamente a Inglaterra. Casi cualquier punto de estas islas puede ser el destino perfecto, tanto en Navidad como fuera de la época, por el espíritu juerguista de los escoceses, la actividad de Inglaterra o la amabilidad de los Irlandeses, siempre podemos encontrar nuestro lugar. Pero para este momento me quedo con Londres. La ciudad del Támesis se transforma por entero en Navidad, mires donde mires, cada rincón, cada monumento emblemático se transforman con el espíritu navideño. Ni que decir tiene los centros comerciales como Covent Garden y Oxford Street que se tornan de luz y color hasta el extremo. Por supuesto, tenemos las fantásticas y bucólicas pistas de patinaje sobre hielo como la que se instala en la Torre de Londres y frente al Museo de Historia Natural. Si queremos hacer alguna compra de artículos navideños, el mercadillo de Southbank, junto al London Eye y con el Parlamento y el Big Ben de fondo, es uno de los más bonitos de la ciudad.



Aunque no pensaba escribir más, me he topado de pronto con esta ciudad inglesa y me ha parecido oportuno nombrarla por su historia. Estoy hablando de Nottingham, ciudad en la que se escondía la leyenda de Robin Hood por los bosques de Sherwood y que en cada año, en las fechas navideñas celebran el "Nottingham Winter Wonderland", donde se revive la vieja Inglaterra con unas 50 cabañas de estilo victoriano y diversas atracciones. La entrada al mercadillo es libre y la pista de patinaje tiene un coste de 8 libras, la cual podremos disfrutar hasta el 5 de enero cuando el mercadillo navideño llega a su fin.

Bueno, este post me ha quedado más extenso de lo que pensaba hacer cuando empecé, pero claro, te pones a buscar y encuentras todas estas cosas maravillosas (y otras muchísimas que me he dejado en el tintero) y no he podido parar... jejeje!!

Espero que disfrutéis leyéndolo tanto como yo lo he hecho buscando todas estas cosas, y SOBRE TODO, que podáis disfrutarlo en persona y que para ello contéis conmigo!! :D

Obviamente, me he dejado muchas ciudades que merece la pena visitar, como Venecia en Italia o Praga, capital de la República Checa, pero por no extenderme más, si tenéis pensado moveros estas navidades y vuestra ciudad de destino no está en este listado, sólo tenéis que preguntarme y lo antes posible os mando lo mejor!! ;)

Nuestro propósito para esta Navidad: GENERAR RECUERDOS DE AMOR, CARIÑO Y DIVERSIÓN!!!

7 comentarios:

  1. Me encantaaa! Estas navidades quería viajar buscando tradición y al final nos decantamos por Bruselas, dónde también visitaremos Brujas. Así que este post me viene como anillo al dedo, ya que soy fanática de los mercadillos.... Ya te contaré cómo nos va. Graciasss!!

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    1. Me alegro que te guste!! La verdad que aunque han sido muchos días buscando lo mejor, la recompensa es que haya alguien a quien le sea útil, así que muchas gracias!!
      Esperamos noticias vuestras a la vuelta, para que nos contéis vuestros mejores recuerdos de la ciudad!! ;)
      Si quieres más información sobre qué hacer o qué ver en Bruselas y Brujas, escríbeme y te mando toda la información necesaria.
      Buen viaje!

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  2. Tan solo decirte que en Nottingham es gratuito, y solo cuesta 8£ patinar. Buen trabajo.

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    1. Vaya!! Se ve que mi fuente en Nottingham estaba desactualizada, así que muchísimas gracias por la corrección y paso a modificarlo de inmediato!! Cualquier otra cosa estamos a tu disposición.

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    2. Se me ocurre que... Si has estado igual nos puedes contar algo más!! :D

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    3. Muy buen resumen, gracias!
      Tienes algo sobre Milano?

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    4. Milán! Precioso lo mires por donde lo mires... Un destino desde luego indicadísimo para estas fechas, ya que durante el resto del año es más destino de negocios y ahora (y en verano) es cuando más familias y jóvenes se pueden ver paseando. Aunque no tengo información respecto a la Navidad de Milán, llevo un ratito buscando info al respecto y te recomiendo desde luego el mercadillo navideño de la Plaza de la Basílica de San Ambrosio (patrón de Milán) en él encontraréis muy buen ambiente (lucecitas, Belén, canciones,...) además de unas deliciosas tortitas dulces y donuts frescos (lo más tradicional en Italia por estas fechas) así como artesanía, adornos navideños, artículos religiosos y demás enseres de la temporada.

      Y por supuesto, no te puedes perder la plaza del Duomo, en la que hay un gigantesco árbol de Navidad y todas las calles que dan a ella están repletas de puestos de todo tipo con muchísimo ambiente!! Algo que sí os diré es que tengas especial cuidado con los bolsos y carteras en esta zona que ya se sabe... ;)

      Os dejo un link que me ha parecido muy propicio de lo que no te puedes perder cuando viajas a Milán!

      http://www.hoteltravel.com/es/italy/milan/guides/sightseeing.htm

      Cualquier otra cosa que necesitéis, aquí estoy!! Si queréis escríbeme a rodeltur@gmail.com y os hago una pequeña guía para vuestra escapada y que no se os pase nada! ;)

      Buen viaje!!! :D

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