Las apariencias engañan

Hola a todos!!

Hoy quiero hablaros de lo que este fin de semana he experimentado... Y es que no olvidemos que la Madre naturaleza es muy caprichosa, para lo bueno y para lo malo.

El jueves me proponen una escapadita al norte, concretamente a Comillas (Cantabria). Mi primera reacción fue mirar el tiempo: probabilidad de lluvia 100%, pero como ya dejé claro en otro post, la lluvia a mí no me achanta asique... porqué no??

El viernes, tras una noche de TORMENTA increíble en Madrid, es normal que pensara: estando así el panorama... Quizá es demasiado arriesgado, pero... Porqué no??




Al final salimos de Madrid en dirección norte con sol y nubes... Llegando a Cantabria, diluvió... Y al llegar a Comillas, las nubes acechaban, pero ya que estábamos allí, había que aprovecharlo, así que después de cenar una deliciosa pizza, dimos un paseito con un fresquito, después de la lluvia, francamente acogedor.

Por la noche, volvimos a mirar el tiempo para intentar organizarnos: 90% probabilidad de lluvia,... Así que se hizo necesario planear un plan B, allí hay muchas cosas que hacer/ver, asíque no fue problema. 
Nuestra sorpresa fue cuando el sábado nos despertamos con un sol increible!!

Obviamente, después de desayunar, nos pusimos los bañadores para ir a la playa! 

5 de octurbre, Cantabria y playa parecían incompatibles, pero ahí estábamos rompiendo toda predicción, tomando el sol, paseando y dándonos un fresco bañito, pero sobre todo, disfrutando.

 Comer en la playa me parece una de las mejores cosas que se pueden hacer, la tranquilidad, el aire fresco, la siesta bajo el sol de después y el chapuzón al despertar... Es recuperar el 75% de la pila desgastada con el día a día. Después de remanso de paz en la playa, nos aseamos para dar un paseo por el pueblo, conocer sus gentes, calles, arquitectura, monumentos,... En verano, la afluencia de gente en Comillas aumenta en un 100%, por lo que pasear ahora por sus calles, es mucho más relajante. Para cenar, una terraza cerca del mar es la mejor opción, para oír las olas rompiendo, mientras tapeas cosas buenísimas.
Por la noche, en otoño, no hay mucha actividad, así que un poco de aire fresco antes de ir a la cama y a descansar! El tiempo por la noche, esta vez indicaba un 60% de probabilidad de lluvia, pero... Dejémonos sorprender!!

Domingo por la mañana y último día de escapada: amanece un sol radiante!!

Hacemos equipaje y... a despedirnos de la playa!! El mar nos regaló una marea baja que hacia la playa el triple de grande, la posibilidad de pasear por la orilla kms y kms, el faro al descubierto, los barcos navegando, Picos de Europa al fondo, los perros jugando, chapoteando en el agua con sus amos, aprendices de surf en la arena y los gondoleros (una nueva modalidad con tabla de surf, muy de moda últimamente) en el agua remando al son de las olas. Una auténtica gozada!!!

Mientras estábamos allí, dándonos cuenta que tocaba irse, pensando en lo increíble que se estaba allí y la pereza que estaba dando la vuelta, una amiga dijo: "Ahora hay que retenerlo para que, en los momentos de estrés, puedas recordarlo y sentir la tranquilidad que tenemos aquí". 

Porque de un principio tormentoso, podemos sacar una experiencia inolvidable:

Sigamos generando recuerdos!!! :D